Juderías de Castilla
Siente y descubre la Herencia Judía
Sobre la roca que la eleva majestuosa sobre el Tajo, la ciudad es un friso tridimensional en el que se suceden sus edificios y monumentos. Rodea el casco histórico una muralla en cuyas piedras reside la propia historia de la ciudad. El lienzo ha sido conformado a lo largo de los siglos por los habitantes que la gobernaron: romanos, visigodos, musulmanes y cristianos. Su riqueza patrimonial, histórica y cultural permite al visitante acercarse a ella cuántas veces quiera. Toledo siempre tendrá algo nuevo que ofrecer. Toledo es impresionante.
La soberbia luz de Segovia ilumina los rostros de los transeúntes bañando con su fulgor la historia presente en cada uno de sus rincones. Por lo tanto, antes de adentrarnos en el antiguo barrio judío, es menester recorrer a pie desde el Acueducto romano hasta a la Plaza Mayor, para poder contemplar la ciudad como se merece. Al avanzar por las calles encontraremos hermosos monumentos testimonio de las diversas culturas que han poblado Segovia.
Ávila del Rey. De los Reales. De los Caballeros. No importa como la nombremos. Aproximarse a Ávila es en sí misma, toda una experiencia visual. La imponente muralla que rodea la ciudad por completo es una antesala del rico patrimonio que descubriremos en su interior. Palacios, iglesias, monumentos, museos, esculturas se suceden a nuestro paso. Como una perla que guarda sus brillos bajo su concha de piedra, Ávila sorprende a quien se acerca a descubrirla. Como si esto fuera poco, el fantástico paisaje que la rodea nos brinda el marco ideal para una visita inolvidable.
Béjar, sorprende al visitante con sus rincones llenos de encanto. Quien la conozca la amará y nunca la olvidará. Paisajes de ensueño enmarca un entramado urbano de clara reminiscencia medieval. Casas que han quedado suspendidas en el tiempo nos transportan hacia el pasado. La huella judía se intuye en sus rincones y se hace patente en el Museo David Melul, una verdadera joya de la ciudad.